El banano se encuentra en el puesto número 8 de las plantas útiles más importantes de la alimentación humana. También en Alemania es uno de los frutos más apreciados. En el consumo de frutas, el banano se sitúa inmediatamente detrás del grupo de las manzanas. En total, cada alemán consume 12 kilos de bananos al año, lo que supone unos 100 bananos. Esto ubica a Alemania en el primer puesto en la UE. Una tercera parte de la importación total de bananos en la UE va a Alemania.
El banano es muy apreciado como valioso proveedor de energía, de forma similar a como lo son las papas. El banano contiene potasio, magnesio, hierro y vitaminas A, B, C y E, lo que lo hace adecuado para ser ingerido entre comidas y también como alimento para deportistas.
Mientras que en Alemania los bananos son apreciados como tentempié dulce, los bananos de postre y sobre todo los bananos de verdura, de clase parecida, (como p. ej. los plátanos de cocinar) se consumen en Asia y en África como alimentos básicos. Sólo entre el 15 y el 20 % de la totalidad de la producción de los bananos se comercializa a nivel mundial. El comercio se centra en una sola clase de banano: el Cavendish. Esta clase de banano se caracteriza por aportar altas ganancias, ser resistente contra la enfermedad de Panamá, presentar durabilidad en el transporte y una calidad y aspecto continuos.